Cuando dibujes la cabeza de un personaje, es fundamental separar la cabeza de la mandíbula. Esta técnica no solo te facilitará el proceso de creación, sino que también te permitirá una mayor flexibilidad y libertad a la hora de diseñar movimientos y poses.

Al separar la cabeza de la mandíbula, puedes hacer que el personaje mire en 360 grados sin que las proporciones o la estructura se vean comprometidas. Esta separación permite un rango más amplio de expresiones faciales y movimientos de la cabeza, lo que es esencial para dotar al personaje de dinamismo y realismo.

Por ejemplo, al diseñar una escena en la que el personaje necesita girar la cabeza rápidamente, tener la mandíbula como una entidad separada te permitirá ajustar la rotación de la cabeza de manera más precisa y natural. Podrás inclinar, girar y mover la cabeza de tu personaje con mayor facilidad, manteniendo siempre una apariencia coherente y estilizada.

Además, esta técnica te resultará especialmente útil cuando necesites animar al personaje en diferentes poses. La separación de la mandíbula facilita la creación de expresiones faciales variadas y realistas, ya que puedes ajustar la posición y el ángulo de la mandíbula de manera independiente. Esto es crucial para transmitir emociones y reacciones de manera efectiva en tus personajes.